factores genéticos, alteraciones hormonales y también unas bacterias que viven en la piel.
Se produce en cualquier edad, aunque es mucho más frecuente en la adolescencia, hasta el ochenta y cinco por ciento de los pacientes en esa etapa de la vida, tienen alguna lesión de acné y hay tres tipos fundamentales de tratamiento, poner uno u otro, depende del tipo de acné y de la severidad.
El primer tipo son los tratamientos tópicos, que son muy distintos e incluyen antibióticos tópicos, retinoides y peróxido de venzoilo y también hay combinaciones de los anteriores, se utilizan para un acné leve y los efectos secundarios que pueden producir son sobre todo irritación de la piel.
El segundo tipo de tratamiento son los antibióticos orales, que hay que tomarlos durante varios meses y se utilizan para un acné moderado o que sea muy inflamatorio.
El tercer tipo de tratamiento es la isotretinoína oral, que es el tratamiento más efectivo del acné y son unas pastillas que hay que tomarlas durante varios meses, no se puede dejar a medias el tratamiento porque hay que tomar una dosis mínima, que se calcula en función del peso del paciente.
Durante esos meses el paciente tiene que hacerse analíticas y suele sentir una sequedad bastante llamativa en piel y en mucosas.
Además en el caso de que exista alguna alteración hormonal, hay que tratarla porque si no el resto de tratamiento son mucho menos eficaces.
Y finalmente es importante utilizar cosméticos sin grasa y realizar una limpieza diaria de la piel.
Es importante tratar el acné, porque aunque este puede desaparecer espontáneamente con los años, las cicatrices que deja son tremendamente difíciles de tratar.
Fuente: Doctora Leyre Aguado, Especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra